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SKATEANDO

Tow in en El Carmen

Tow in en El Carmen
El Carmen es una de esas olas que siempre estuvo allí pero que nunca me atreví a pillar. Sólo entré una vez. Fue con un amigo de Candás -creo que era Miguel- hace muchos años. Llegamos remando desde "El Dique", estaba pequeño, las olas no llegaban a los dos metros y en esas condiciones era difícil tomar la referencia para saber donde rompía. La verdad entramos sólo para quitarnos la "espinita" y no cogimos ni una ola, pero la experiencia fue interesante. Una vez allí te das cuenta que la percepción de la distancia y de la ubicación del pico no es la misma que la que se tiene desde tierra, te das cuenta que estás a merced de la mar y de que el surf de ola grande no sólo implica bajar la ola sino también permanecer en tensa espera en lugares no siempre tranquilizadores. Y me di cuenta también que aceptar los propios límites en plena adolescencia no es fácil. Años después, en Puerto Escondido, me convencí de que el surf en ola grande no era lo mío y que a veces es mejor mirar que surfear.
El viernes me encontraba en Porto Maurizio (Italia), acababa de salir del agua cuando leí un mensaje de mi hermano en el que me contaba que había habido una sesión de "tow in" en El Carmen. Me alegra un montón que esa ola comience a ser apreciada como se merece. Hoy viendo las fotos de Guille, que acompañan a este comentario y que se pueden ver en su blog, me acordé de la sesión de remada con Miguel y de lo bien que se está cuando conoces y aceptas tus límites y ves a otras personas hacer lo que tu no te atreves ni a pensar.
El Carmen. Viernes, 8 de Diciembre de 2005. Sesión histórica. Las fotos son de Guille (lo encontrais entre los enlaces. Pasad a hacerle una visita, merece la pena)

2 comentarios

Ivan, skateando -

A mi me pasa lo mismo. La verdad el miedo no me gusta, mas bien se trata de una sobredosis de adrenalina. Yo creo que ademas cuando eramos crios no veiamos lo que significaba en realidad una rompiente de ola grande. Un lugar con un buen canal, una ola precisa, lugares la mayoria de las veces aislados y un cielo casi siempre gris. Imagina una buena manhana de sol, una marejada grande y limpia y olas en El Carmen. Psicologicamente es muy diferente.

valentin -

Mira que la vimos romper veces, hasta, en ocasiones muy buena. Lo que tu dices, cuando eramos más crios, era dificil echarle narices, sobre todo, porque por pasta, no contabamos con medios y nos quedabamos en Luanco haciendo lo que podíamos. Luego vas subiendo el listón y llegas a donde crees que puedes estar. Es cuestión de cabeza y forma física. Aunque cada pone su límite. Y no conviene sobrepasarlos, ya que esto lo hacemos por diversión. A mi, a veces me sigue gustando pasar algo de miedo. Será por sentirme vivo....