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SKATEANDO

Aquellos jodidos surfers pijos

Aquellos jodidos surfers pijos

...poco a poco fuí abandonando el skateboard por el surf. César, mi hermano, y yo continuamos yendo a la playa con aquella tabla. Descubrimos el secreto para evitar que la tabla resbalase, la parafina, y la existencia de una especie de cuerdas que se podían atar al tobillo para no perder la tabla después de cada caída. Supimos que éste engendro se llamaba "invento". Y sinceramente, tarde un poco en tragarme lo del nombre y en atreverme a ir a una tienda a pedir "un invento". De hecho creo que la primera vez pedí "una de esas cosas que sirve para atar al pie y que la tabla no se te escape".

¡Qué tontería! pensareis, ¿por qué no preguntásteis a otros surferos? La verdad es que teníamos un poco de vergüenza, no sé, algo difícil de describir pero que se encuentra entre el miedo al ridículo y el "pa`que preguntar a esos pijos arrogantes de mierda con el pelo teñido de rubio". Esa era la cuestión. Hace años los surfers tenían una imagen de arrogantes y pijos, por lo menos en Gijón y Salinas, que los hacía odiosos. Chavalillos de dinero con el pelo rubio y aires de "soy bueno solo yo". Poco después, según nos íbamos introduciendo en el mundillo, descubriríamos que si bien había personas así también te podías encontrar con algún surfer majete dispuesto a explicarte cuatro cosas. ¡Cuidado! he dicho "alguno" no más.

Sí, el surf por aquel entonces estaba plagado de idiotas que preferían pasear la tabla y vacilar a los nuevos que surfear. Y el tiempo los fue poniendo en su sitio uno a uno, bien porque dejaron de surfear o bien porque cambiaron de actitud. Bueno, continuando con nuestra historia. Nosotros nos hicimos con una Rusty de segunda mano, shapeada por el mismísimo Rusty Presisendorfer, y comenzamos poco a poco a aprender a surfear a base de meter la pata y con la ayuda de varios amigos que habían dado el paso definitivo hacia el surf un año antes: Joako, Jorge "el Surfer" y Javi "Piojo". Ellos fueron los primeros en Candás, junto con otro Joaquín y con Gloria "Apolo". Nosotros nos añadimos poco después con Jorge "Chino" y Álvaro, hermanos. También aparecían por la playa Pablo "Marañuelo", Claudio, José Felix y como no Jorge "Moro", hermano de Juako y uno de los precursores del bodyboard en drop-knee en Asturias. Podría decir que llegó a ser el mejor drop-knee bodyboarder asturiano y que mantuvo esta condición durante años sin pisar ni un campeonato y sin tener sponsors. Pero no lo voy a decir para evitar polémicas, me limitare a señalar que era el más espectacular y que su imagen resultó fundamental en el desarrollo de este deporte en Candás y en el auge que tuvo en la Playa de Xivares. Quizá parezca una afirmación demasiado localista, pero hay que ver el nivel que tienen hoy los bodyboarders que surfean habitualmente en Xivares para entender que no es así. Y "el Moro" tuvo mucho que ver con esto.

Ni que decir tiene que el ambiente en Candás era muy diferente del que se respiraba en El Muro gijonés. Quizá porque éramos todos nuevos, quizá porque Candás es un pequeño pueblo de pescadores con poco espacio para la pijería de entonces, aunque "haberlos habíalos", pero afortunadamente no en el agua. Nuestro territorio natural se extendía desde Candás hasta Xivares, además solíamos surfear en El Tranqueru y en Carranques. Cuatro playas que nos daban todo lo que necesitábamos en esos primeros años.

Con el tiempo comenzamos a movernos hacia Xagó, un Xagó vacío en el que surfeábamos solos y muchas veces desnudos. Por entonces nos acercábamos en tren hasta Avilés y después en autobus hasta Xagó. Era difícil encontrar más de cinco o seis surfers en el agua. Con el tiempo fueron apareciendo varios surfers de Gijón con los cuales compartimos buenas sesiones, risas y hasta algún baño "en pelotas". Sólo me acuerdo de Peque, Diego y Ferrao, quizá porque son los únicos que continuaron surfeando con el paso de los años. O al menos son los únicos con los que continué en esporádico contacto. A por cierto, eran de Gijón pero estaban bastante lejos del "surfer pijo y arrogante".

Julio Lastra, es otra de las piezas claves de mi infancia como surfista. Bueno, de mi infancia y de la infancia surfística de mis amigos. Él es algo mayor que nosotros, de hecho por aquel entonces ya tenía una niña pequeña, hoy socorrista en la playa de Candás, y unos años después tuvo dos gemelos, uno de los cuales sigue los pasos de su padre en el mundo del surf. Conocimos a Julio en Xivares, venía con su pequeño todo terreno y su tablón, creo que entonces ya utilizaba tablón. Julio era, y es, una persona agradable, divertida y amable, y tiene el espíritu justo para ser surfer. Con él fuimos varias veces a Xago y compartimos sesiones durante las que fraguamos una amistad que perdura hasta hoy en día.

En la foto Martin Potter, Campeón del Mundo de Surf en 1989. Surfer solidario e innovador. Un ejemplo para los jóvenes surfers de entonces.

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