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SKATEANDO

¡Veinte años después!

¡Veinte años después!


El caso es que no tuve la oportunidad de patinar en un half pipe hasta veinte años después. Bueno, en realidad si que tuve esa ocasión pero...

...un día vi un coche llegar por la poco transitada cuesta del Llagarón. Era el coche de mi primo Jose. Pasó por delante de nosotros, saludando, para después de tenerse delante de mi casa. Salió del coche mientras mi hermano, yo y alguno de nuestros amigos nos acercábamos. Abrió el maletero y sacó una enorme tabla de surf. Era un modelo antiguo pero yo todavía no lo sabía, dada mi poca experiencia en el mundo del surf. A mí me parecía un sueño ¡una tabla de surf! Yo tenía trece años y mi hermano, César, doce. Era nuestra primera tabla de surf. Aunque en realidad no era nuestra, era de mi primo. Pero bueno, ¿estaba en nuestra casa o no? Quizá no fuese nuestra pero a partir de ese momento dada su condición de "inquilina" y sobre todo de "muda" iba a comenzar a ofrecernos un servicio que ansiábamos desde hace tiempo.

Jose dejó la tabla. Estaba ilusionadísimo con su nueva adquisión. Una tabla vieja, muy vieja. Yo creo que databa de los años 70 por lo menos. Una Jerónimo, supe después, una de las primeras tablas de producción española, si no me equivoco. Y si me equivoco espero que alguien me corrija. Jose se la había comprado a un amigo de Avilés, imagino que haya pasado parte de su historia en Salinas. Y la otra parte quién sabe, en algún lugar de la Costa Norte. ¡Cómo me gustaría descubrirlo! Tenía, tiene, una quilla negra y enorme, y un dibujo, hecho a mano, del rayo de Lightning Bolt.

Mi primo paso varios días reparando y pintando la tabla, hasta que quedó nueva. Bueno, más o menos nueva. Y allá se quedó la tabla. Sóla, sin nadie que la acercase hasta la playa a coger olas o simplemente a oler el mar. Y allá se quedó hasta que los dos mocosos que la miraban y la admiraban cada día decidieron saltarse las normas a la torera y hacerle un favor a la Jerónimo.

Cogimos la tabla un día de verano y nos fuimos a Carranques con dos amigos. Ni invento ¿qué era eso?, ni para...¿qué?, ni parafina. Sólo nosotros cuatro y la vieja tabla. Ni que decir tiene que la primera sesión fue un desastre. Yo fuí el primero en entrar, las olas sobrepasaban mi cabeza en varios centímetros. Tampoco muchos, pero los suficientes para asustar. Traté de tumbarme encima de la tabla como había visto hacer a algunos surfers en la playa de Gijón, per ni modo. Eso era imposible, la tabla resbalaba bajo mi cuerpo como si quisiera surfear sola. Así estuve hasta que llegó una ola un poco más grande que las demás y me empujo contra el fondo. Vueltas, vueltas, vueltas. ¿Y la tabla? La tabla se había ido sóla a la playa, surfeando aquella ola. Y allí estaba, orgullosa, gallarda. Amarilla con su rayito tatuado en el lomo y su enorme quilla negra clavada en la arena. ¿Y yo? Asustado, nadando hacia la orilla, revolcado y maltratado por una marejada veraniega en la playa de Carranques.

Esa fue mi primera sesión de surf, bueno en realidad no fue la primera. Había probado a coger olas tumbado con un skimboard de madera en Candás durante otra marejada estival varios años antes. Tenía diez u once años y recuerdo haberme divertido muchísimo junto a mis amigos, Jorge, Juako, Josito, Nacho, Marcos y algunos más. Pero aquello era distinto, era la primera vez que surfeaba con una tabla de verdad. Era el inicio de una nueva pasión y el fin de otra. Bueno ¿el fin? No creo.

El caso es que a partir de aquella sesión el skateboard se fue quedando apartado. No volví a coger mi querida tabla verde, bueno la fuí abandonando de forma gradual. Pero mi mente y mi forma de patinar se acercaban cada vez más al surf, porque era aquello lo que quería hacer. Quería ser un surfer.

5 comentarios

Amato -

Me ha gustado la historia. Me recuerda que yo con tu edad 13-14 años tambien deje de patinar, pero no por el surf. Ahora hace unos meses que me he metido de lleno en el surf y Atención, tambien sigo patinando, con 29 tacos recien cumplidos.

Un saludo.

PD: Soy de Barcelona y mi novia es de Gijón. Pronto me ire para alli y seguir practicando surf y cuadranto trucos con el skate.

Ivan, Skateando -

¡No molestas! Pero en este momento no tengo ninguna foto de la tabla. En Navidad voy a Candás, si quieres te llevo un día la tabla al taller, así tu la ves y yo conozco tu lugar de trabajo.

sergio -

siento molestar mas pero podrias poner alguna foto para verla gracias

Ivan -

Está en casa esperando tiempos mejores para ser restaurada.

sergio -

buenas
bonita istoria
me gusta mucho la cultura del surf y me gustaria saber que fue de de la jeronimo